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Rinoplastia secundaria y reconstrucción con cartílago costal

Aproximadamente el 30% de los pacientes que acuden a nuestra consulta para valoración ya se han sometido a una rinoplastia previamente. En los últimos años, el auge de las redes sociales y la disminución del tabú sobre la cirugía estética han incrementado notablemente este tipo de intervenciones. Sin embargo, no siempre los resultados iniciales cumplen las expectativas del paciente, lo que lleva a buscar correcciones tras una primera operación.

La necesidad de una segunda intervención puede deberse a mejoras estéticas, a la recuperación de la funcionalidad respiratoria o a complicaciones postoperatorias. En estos casos, hablamos de rinoplastia secundaria o de revisión, un procedimiento considerablemente más complejo que la rinoplastia primaria, que en muchos casos requiere técnicas reconstructivas avanzadas como el uso de cartílago costal y un cuidado postoperatorio más exigente.

¿Qué es la rinoplastia secundaria?

La rinoplastia secundaria es un procedimiento quirúrgico diseñado para corregir o mejorar los resultados de una rinoplastia previa. Puede abordar tanto aspectos estéticos como funcionales (problemas respiratorios) o deformidades derivadas de una cirugía anterior.

Para reconstruir el dorso nasal y/o la punta, se pueden emplear injertos de cartílago procedentes del pabellón auricular o de la costilla. En nuestro equipo, el cartílago costal es la elección en el 90% de las cirugías de revisión debido a sus ventajas, que explicaremos más adelante.

Razones comunes para una rinoplastia de revisión

Entre los motivos más habituales se encuentran:

  • Asimetrías o irregularidades visibles.
  • Dorso nasal colapsado (“nariz en silla de montar”).
  • Dificultad respiratoria tras la cirugía.
  • Exceso o falta de reducción del caballete nasal.
  • Defecto de soporte o asimetría en la punta nasal.
  • Resultados poco satisfactorios en forma, proporción o armonía facial.

Cartílago costal: clave en rinoplastias reconstructivas

En muchos casos, el tabique nasal ya ha sido parcialmente retirado en la cirugía inicial, o existe un colapso estructural que impide usar cartílago septal. En estas situaciones se necesita material autólogo del propio paciente para reconstruir los cimientos de la nariz. El cartílago costal es el material ideal porque:

  • Aporta suficiente tejido para grandes reconstrucciones.
  • Es firme, moldeable y muy resistente a la reabsorción.
  • Proporciona una estructura sólida y duradera que evita futuras reintervenciones.
  • Es la mejor opción cuando el cartílago del tabique o de la oreja no es viable.

Su uso requiere experiencia en reconstrucción nasal avanzada, ya que no solo implica remodelar estéticamente, sino también restaurar la función respiratoria.

Inconvenientes de la extracción de cartílago costal

La extracción de cartílago costal es generalmente sencilla y rápida. En mujeres, la incisión suele hacerse en la línea submamaria para que la cicatriz quede oculta. En hombres, se opta por la piel entre la sexta y séptima costilla o por la zona periareolar para minimizar marcas visibles.

Sin embargo, factores que afectan al resultado como la complejidad técnica de la cirugía o la necesidad de ingreso hospitalario hacen que esta intervención sea más exigente que una rinoplastia primaria.

¿Cartílago auricular o costal?

Aunque el cartílago auricular es más fácil de extraer, su uso es limitado en grandes reconstrucciones, ya que es menos robusto y más propenso a la reabsorción. El cartílago costal, en cambio, ofrece mayor resistencia y volumen, lo que lo convierte en la opción más fiable a largo plazo.

Preparación

La planificación es fundamental para obtener un buen resultado en una rinoplastia secundaria. Hemos hablando ampliamente de cómo prepararte para una cirugía de nariz anteriormente, pero el caso de la rinoplastia secundaria es particular. La preparación incluye:

  1. Diagnóstico minucioso mediante estudios funcionales y estéticos.
  2. Plan quirúrgico adaptado a las necesidades anatómicas y expectativas del paciente.
  3. Extracción y tallado del cartílago costal con técnicas microquirúrgicas y cicatrices mínimas.
  4. Búsqueda del equilibrio entre respiración óptima y armonía facial.

El proceso paso a paso

  1. Evaluación del paciente y análisis de la cirugía previa.
  2. Estudio fotográfico y funcional de la nariz.
  3. Planificación quirúrgica con simulaciones y mediciones precisas.
  4. Cirugía reconstructiva con injerto costal.
  5. Seguimiento postoperatorio personalizado para garantizar la correcta recuperación.